Si
la foto se quema es historia
Voy
a decir esto ahora
y
será la última vez que lo haga,
como
prenderle fuego a una foto entre los dedos,
será
la última vez que la vea
Porque
una foto no es un recuerdo
ni
mucho menos un pasado,
tan
solo una historia
que
se inventa instantáneamente
al
rozar dos piedras al azar,
lo
que suele recordarse es
un
intento de un dibujo a escala,
tan
inútil
como
pegar un vaso de vidrio
que
se cayó de las manos
Olvidar
es estar
ciego, no por cuenta propia,
es
estar ciego por aprendizaje,
por
fraternidad;
los
pasos del abandono no se pueden ver,
llegan
y se van tan suavemente
que
uno se restriega los ojos
y
siente las cuencas vacías
Algunos
lugares en los que estuve
han
desaparecido conmigo,
quizás
no me haya dado cuenta,
quizás
me distrajo la vida,
como
cuando alguien te saluda por tu nombre
y no
sabés quién es,
así
mismo una historia desconocida
reclama
tu rostro y te negás tres veces
hasta
sentir solo un dolor ajeno,
pero
dolor al fin
Repito,
los niños en la foto,
solos,
a oscuras,
agarrados
de la mano,
sentados
en el sillón,
no
somos nosotros
y,
sin embargo,
esta
impotencia
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