Memento
mori
Veamos,
Lenny
tenía razón,
el
mundo no desaparece
al
cerrar los ojos,
y
hay mundos y vidas
que
aún existen
cuando
atizamos el humo
que
sale de los recuerdos
Hay
verdades
que
pedimos
que
se acuerden
de
nosotros,
y
otras que ardan
por
los bosques
del
olvido
y no
quede cicatriz;
pero
es cierto,
uno
finge, hace
lo
que se puede,
para
enfrentar a tientas
la
sombra
de
las bofetadas
que
nos da el destino
Puede
que sí,
que
los hechos,
las
pruebas sean
mejores
bisagras
que
la memoria,
sean
el mejor bastón
en
la oscuridad;
por
eso, tomamos
y
quemamos fotos,
escribimos
y
tatuamos direcciones,
instrucciones
y
poemas en la piel
para
recordarnos
quiénes
somos
y
quiénes fuimos,
una
vez que al pasado
se
ha prendido fuego
Pero
a qué precio,
Leonard,
a
qué precio; nos hemos
estado
mintiendo,
inventando
a Sammy,
como
yo a Lenny,
un
hermano,
un
padre no nacido
para
correr y escondernos
en
el propio itinerario
en
que nos hemos
convertido
No
se olvida
por
repetición
Lenny
tenía razón,
todos
nos engañamos
y
nos decimos
esa
palabra justa
que
sirve como
un
pedazo de papel
a
una mesa coja
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