Nada haces con los trazos de mi locura
heridas
abiertas descubres
y
miras hacia el sol
mis
talentos no dilapidas ni escondes
tomas
mis palabras truncas
para
construir una torre
desde
la que valle te miro
extensa
vasta
en procesión de plantas e insectos
montañas
avanzan y suben
escarcha
ligera en mantas
casi
transparentes
vacías
de distorsiones sinuosas
abruptas
pruritos inaguantables
haces
de la luz un sonido efervescente
mente
calma y calmo
todo
menos la sed que lame
la
imagen tuya de ti que tienes instalada en el
centro
exploratorio diestro en
cerrar
abismos como deporte casi como
nostalgia
de lo impuro y puro
sudor
que cruza de un lado a otro de la cordillera
se
avergüenza de su tono lustre
y
lacustres lagos y lagunas escurren como chasquis
imperiales
en su fílmica exactitud de tomar
trozos
de locura como argumento
de
la infinita sed sedienta de la sed que
nunca
cede y entonces
llena
el vacío devorando distancias
establecidas
en el ridículo decreto ilusorio
de
la realidad
No hay comentarios:
Publicar un comentario