sábado, 15 de marzo de 2025

ROBERT CREELEY

 

 

 

Algo

 

 

Me aproximo con un temblor
tan cauteloso, sintiendo
como siempre la definitiva

tonta pregunta de cómo estuvo,
qué tal se sintió,
y quién lo ha de preguntar. Recuerdo

una vez en un cuarto alquilado
en la Calle 27, la mujer que amaba
entonces, literalmente, después

que habíamos hecho el amor en la espaciosa
cama, sentada sobre
un lavadero de dos grifos, ella

tenía que orinar pero estaba nerviosa,
avergonzada supongo de que
la viera a ella quien

hace sólo un momento estuvo completamente
abierta a mí, desnuda, en
la misma cama. En cuclillas, su

cabeza reflejada en el espejo,
el pelo oscuro ahí, su cara
completa, los hombros,

sentada con las piernas abiertas, abrió
un grifo y temerosa orinó. Qué
el amor podría aprender de tal atisbo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario