jueves, 31 de julio de 2025

ENRIQUE WINTER

 

 

 

Andrés, los peces cambian de nombre cuando los pescan

 


He comenzado a valorar la prudencia burguesa

cuando alojo en la casa de mi novia

con los carretes del vecino, la radio a máximo volumen,

las peleas, la tele que no apagan,

sobre todo las risas que se oyen al frente.

 

En mi casa materna hay silencio,

no venden leche ni matraca el gas.

 

Me reí mucho cuando un ex compañero de colegio

interrumpió mi baile para decir que siempre quiso

darle a mi ex. En otro sitio habría

que pegarle. Los más pobres se ofenden

si no ofrezco los puños. Si no los llamo, juran ley del hielo.

 

Como éste es facho, brindaría si al fin le confesara:

todos los resentidos que conozco

se enamoran

de la primera cuica que los pesca.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario