En
el jardín nadie nos oye/
pasamos
los días al vuelo y nombramos
las
pequeñas cosas para que existan/ para que nos habiten/
salimos
a cazar palabras dormidas y las juntamos
en
el huequito que tenemos en el pecho/ en esa entrada
al
más cálido de nuestros templos/ ya satisfechos
ronroneamos
mientras se acicala la noche.
En
esta orilla del jardín somos posibles.
De: “Hay un jardín”
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