Homenaje vertical
A Roberto Juarroz
I
Echamos
fuego al agua
y
apagamos la transparencia.
Así
quema el hombre la claridad del mundo
y la
prende de silencio.
El
temblor humano del fuego,
el
estrépito de una voz abriéndose,
enmudece
cualquier palabra.
Al
fuego le basta con arder.
II
No
hay palabra más cierta que otra.
Se
aprende a callar con los años,
aunque
parezca que hablemos.
Se
nace sin palabras.
Y
con todas las palabras rotas nos vamos.
Y
sin embargo,
aunque
vivir sea enmudecer,
existe
un placer original en el silencio
que
justifica todos los silencios.
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