La trilla
Para Raúl Arias
Lovillo
Vuelves
a ver cómo relumbra la tierra
En el seno de los surcos
Y en las espigas de alfalfa y de trigo,
Erguidas como una ofrenda
A la magnificencia del sol.
Y en medio de toda esa vista,
Oscuras y secas son las vainas de haba
Que los bieldos de los trabajadores
Han acumulado sobre la era,
Preparándolas para la trilla.
Con los caballos listos,
Uno de los mozos se sitúa
En el centro del montón de vainas
Y con las riendas
Los hace girar alrededor de la pista,
Semejando un carrusel.
Tus hermanos y tú ya están advertidos
De tener cuidado porque,
Aparte del duro golpe amarillo
Que las semillas pueden ocasionarles,
Al saltar desprendidas
Por los cascos de los caballos,
Se corre el peligro que del cúmulo
De cáscaras salten asimismo
Las fauces de los coloridos escorpiones.
El juego de los diversos actores
Detiene tu atención inocente
En una gran alegría:
Júbilo que cierne otro sentido al tiempo
Y te vuelve habitable, paradisial el mundo.
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