domingo, 3 de agosto de 2025

VERÓNICA JAFFÉ

 

 


 

Como cuando en un accidente
se pierde un pie o una mano,

como cuando a un roble o castaño
le cortan las ramas más grandes

sobrevino un sufrimiento o furia
parecido a un dolor fantasma.

Pero no. Lo perdido puede más,
quizás por menos evidente.

Como un viejo libro o país poema
apretado al cuerpo

para protegernos, ambos,
del torrente, de la lluvia,

la feroz jauría,
fantasmal espanto.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario