domingo, 28 de septiembre de 2025

MINERVA SALADO

 

 

 

Ciudad ciudades (III)

 

 

Fue como una conquista la ciudad

cinco ratas huían por cada beso tuyo

cinco animales muertos

cinco cloacas trascendidas por cada virtud

en cada uno de tus gestos una hazaña

en tus cuestiones la razón de existir

los titubeos para abrirse camino entre los sueños.

No estuve en la ciudad no la atrapé en su época

pero se hizo entrañable sobre el suelo que nos crecía juntos

me poseyó su extraña alevosía la feroz certidumbre de tus manos

y comencé a fundar sobre cuerpo

catedrales

pirámides

canales

en el urgente espacio de su templo.

No estuve para siempre

pero grabé en su carne el nombre

de tus calles me asaltó la extensión de la llanura

en el temblor del tiempo.

No estuve pero supe encontrar sus laberintos

y al calor de sus grutas construí la palabra

que me acogió de nuevo como una identidad

y abrió las avenidas en que pude tocar

-ya para siempre-

el corazón intacto de los dioses.

 

 

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