Mi
corazón
Cuando
las nubes son negras
y
azota el viento ululando,
se
vuelve infierno la tierra
y
cubre el cielo el relámpago,
con
furor el aguacero
se
abate, la tierra anega,
a
raudales cae del cielo
sin
nada que lo contenga.
Fluyen
torrentes, arroyos,
también
aguas turbulentas,
van
arramblando con todo
lo
que a su paso se encuentran.
También
de mi corazón
truenos
y rayos emanan,
fuego
y llamas de aflicción,
sangre
al suspirar derrama.
Se
ha elevado vaporoso
el
fuego desde mi alma,
mis
lágrimas son arroyos
que
al llorar mis ojos manan.
Mosca
en agua zambullida,
si
el sol de la ilusión nace,
este
caos se calmaría,
no
habrías de apurar el cálice.
Llueve,
verdece la tierra,
da
con la tumba el verano,
tumba
de hojas cubierta
que
el torrente ha condenado.
Mar
profundo e infinito
que
el universo contienes,
en
ti está todo principio
y es
a ti a quien todo vuelve.
Mientras
no sean vertidas
gotas
de mi alma a raudales
al
mar con su inmensidad,
mi
corazón no descanse.
Versión
de María Roces González
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