Reality
La
novela como una categoría social, y una
acción intuitiva de la condición humana.
Como
eso que hondura kitsch en el alma.
(En el reality, va el último galán por su
pensión de viudez en la cola de inmortales.
Aquella
fue su fiel, bellos tranvías.
Otrora ese el rival)
La
novela como un plano simultáneo,
oscura bizarrería y aliento kafkiano.
Como
un arranque del prime time estelar.
—Oh
sino trágico—gimió el productor y atestiguamos
una sarta de tandas comerciales.
Como
eso que sobra, fuera de escena,
Latinoamérica es una novela,
sin un happy end en el capítulo “visados”.
Errata
al escribir hambre
(con la e de esperanza),
espartana como si en vez
de una ménade…
Pero,
telúrica, rapsoda
entre serenata y carnaval.
Oh
Señor de los temblores ten piedad.
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