martes, 15 de enero de 2013

CLAUDIA POSADAS





Visión



El hervir de tierra y viento girando sobre el agua,
la Ciudad invisible:
su reflejo es la muralla que perturba el interior del lago.

En la superficie
rueda la espesura;
en lo profundo
esplende el crisol en que arderá la ofrenda.

La voluntad lejana de una estrella
detiene la órbita del polvo
y libera al vórtice terrestre copos de su luz:
en el centro de la gravitación esplende el astro,
Phosphorus de todo principio,
una rosa corona el Alminar inverso.

En la vorágine rotando sobre el agua,
las torres se fortifican;
en el fondo,
la quietud invade el temblor de la Alcazaba
hasta forjarse el tallo que sostiene la Ciudad de Oro.
El silencio vibra en la ondulación del agua.

El agua. Que un deseo de beberla,
pero al tocar sus dones
la Ciudad desaparece
en el desamparo de la noche.

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