sábado, 5 de enero de 2013

LÊDO IVO





El turista



En el barco lleno de turistas
que singla el puerto de Rotterdam
encuentro a Dios
y El finge no verme. 

No me apremia viajar.
Todos los viajes son inútiles.
No nos llevan a ningún lugar
ni nos revelan el otro lado del mundo. 

Dios, el gran turista, va en el barco
pero prefiere mirar los astilleros y los remolcadores.
Tal vez los hombres lo tengan decepcionado
con sus súplicas sucesivas. 

El cielo está lleno de imprecaciones.
Envidio a las gaviotas
que picotean el agua cenicienta
-las gaviotas que no necesitan de Dios.


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