Incendio
El
amor arde está noche a cielo abierto
Tu
aliento está cerca
mi
voz palidece
Se
conjuga en la garganta
una
palabra apenas
un
gemido
continua
el incendio
Germinamos
Los
alientos se agolpan
en
la tierra que aparece
Te
abres todo como un cáliz
en
que mi sangre se hace eterna
De
pronto tu boca
tormenta
de rosas
donde
palpita la mía
el
abismo dulce moja
mi
tierra desenvainada
arde
arde
en
mis manos
el
vestigio de tu espalda
Oficio, número 201, mayo
del 2004
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