sábado, 11 de mayo de 2013

JORGE BUCKINGHAM





Nocturno en gris



Es otra noche sin sueño,
Creí dejar atrás mi cadáver,
Con inmaculada dulzura
Abro inmensamente los ojos,
Y la columna de mis días
Se quiebra como fruta fresca.
¿Quién podría ser ahora?
Sin la memoria del calendario
Sopla dardos de gloria en las pupilas.
Y ya no recordaré mi nombre
Acurrucado en la burbuja de tu cariño.
Es otra noche sin muertes,
Parece que los suspiros se escapan
De nuestro panteón,
Sepultando los gritos del limbo,
Para disolver ciegamente el exilio.
En cada frecuencia,
En cada inútil secuencia,
El frío desobedece al maestro;
Hay temblores que humillan la infancia,
Son líneas de guinda y…
Platos humanos descienden
Marcando los corazones:
Una flama inmortal cruza la sombra infinita.




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