Nocturno
en gris
Es
otra noche sin sueño,
Creí
dejar atrás mi cadáver,
Con
inmaculada dulzura
Abro
inmensamente los ojos,
Y
la columna de mis días
Se
quiebra como fruta fresca.
¿Quién
podría ser ahora?
Sin
la memoria del calendario
Sopla
dardos de gloria en las pupilas.
Y
ya no recordaré mi nombre
Acurrucado
en la burbuja de tu cariño.
Es
otra noche sin muertes,
Parece
que los suspiros se escapan
De
nuestro panteón,
Sepultando
los gritos del limbo,
Para
disolver ciegamente el exilio.
En
cada frecuencia,
En
cada inútil secuencia,
El
frío desobedece al maestro;
Hay
temblores que humillan la infancia,
Son
líneas de guinda y…
Platos
humanos descienden
Marcando
los corazones:
Una
flama inmortal cruza la sombra infinita.
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