No
te empecines
No
te empecines: fija a tu relámpago el oro extremo de
sílabas.
sílabas.
No
mientas: tu valle profundo es la casa hechizada.
No
ilumines nunca lo vacío. No expreses horror.
No
tiembles por esa lágrima de plomo
(de lo que no vuelve nunca o no hallas nunca).
(de lo que no vuelve nunca o no hallas nunca).
La
memoria olfatea a tu reina vestida de gala.
Consta
de unas cincuenta plumas el gavilán. Cincuenta.
Sin
embargo
No
devorarás más tiza en Trinidad o Maturín.
No
estimules el grito haciendo equilibrio entre el bien
y el mal.
y el mal.
El
ligero crepúsculo no es cordero de pascua.
El
desgarrón del otoño es tan poco simple como la
tempestad.
tempestad.
Tu
asombro es eficaz como el tacto de un ciego.
¡Sopla nieve loca entre los pinos! ¡Jadeante pomposa
desconocida vastedad azul!
¡Sopla nieve loca entre los pinos! ¡Jadeante pomposa
desconocida vastedad azul!
¡Sopla
por la nariz el día y el plato por la sombra del
arcángel donde brinca la nada!
arcángel donde brinca la nada!
El
ave resbala por intermitencias en una mesa con huesos
de pájaro.
de pájaro.
El
ave que se transforma en espíritu.
La
noche es una piedra alta
colocada sobre las estrellas del cielo.
colocada sobre las estrellas del cielo.
Más
próximas sus manos
más cercana toda mía
más cercana toda mía
más
cerca el amor más cerca y salvaje que gime tu mirada.
Espera
no te empecines empínate talante propio.
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