domingo, 15 de septiembre de 2013

SILVIA CARBONELL




No te rompas



Nunca te dudes más de lo que yo jamás te he dudado.
Nunca te dudes.
Y no vayas pensando que el cielo pueda caerse a pedazos
aunque se te derrumbe por dentro.
No lo pienses, aunque lo sientas.

No llegues con las penas vistiéndote los ojos,
no lo hagas,
aunque por dentro el llanto te amenace y se desborde.
Porque verte roto a mí me parte,
me rompe en todos los pedazos que te guardan.

No te rompas, llega entero,
porque entero comencé a visualizarte.
No te rompas, llega entero,
aunque por dentro no estés en pedazos sino en polvo.

Son tus pies plantados en la tierra,
lo que a mi espalda le da alas.
Es la voz de tu palabra en mi palabra,
la que se clava en la luz de tu mirada.

Y no hay roca más fuerte que tus manos,
que me sacan de la tierra en el momento.
No hay ancla más segura en el oleaje,
que tus ojos iluminando nuestro cielo.

Por eso, no te rompas, llega entero.
Porque entero, no me rompo, ni me quiebro.


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