Más
que la tarde, dibujo arena…
Más
que la tarde, dibujo arena
de
tus manos dispuestas, de tu arena.
Es
que te bebo, te respiro
y
es que mis labios se acomodan a tu voz,
a
tu voz nueva.
Nada
te digo y preguntas, nada.
Abril
es no dejar llama, abrir piel, uñas,
marea
lejana de mi mar desolado.
Ahí
mi padre, su delgada angustia,
su
soledad acostumbrada y nada,
otra
vez nada acomodándose en tu sombra
aun
en la mitad del beso,
vuelves
desierta, sombra mía,
caricatura
de esfinges descarriladas
que
preguntan como cajas descompuestas,
cajas
de música donde es torpe la bailarina,
cajas
de música viejas.
Camino
por la 10 B. Encontré a Romino
y
recordé sus grandes borracheras.
Venden
libros ahora, tiene hijos, no bebe, es feliz.
Es
sola línea en el mar, es eso, un hombre
a
la mitad
de
su desierto, la mitad de su sombra, de su sueño.
Esperar,
esperar debajo,
en
el volcán del tequila a que te roce un dios.
Dios
que te roce y te diga:
una
palabra tuya bastará para sanarme.
De: Para que partan los
pájaros
Traducción de Felipe
Sentelhas
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