Tu,
en un día de abril
Todo
este silencio que te contiene se desborda,
hace
ríos en la piel mientras la eriza llenándola con tu nombre,
y
mis ojos, se encienden, te delatan y te escriben
en
este paisaje vestido de hojas.
Mientras
la tarde cae, tú la recoges en tus brazos y la apañas,
la
haces nube, versos y hamaca.
La
haces viento mientras bebes sus colores
y
me dejas un cielo plagado de estrellas y de noche.
Mientras,
te susurro todos los cuentos de luna.
Donde
los faroles se encienden para escuchar mientras alumbran,
así
tus ojos atentos, parecen encender también los míos
mientras
un interminable día más se nos apaga.
Dentro,
tu mundo girando hacia mi centro,
mientras
los latidos lo mantienen caminando.
Tú,
jugando...
Con
los dedos de los pies y de la las manos.
Yo,
callando, mientras cierro los ojos y te abrazo.
El
día despierta buscando tus sonidos
para
comenzar a pintar el sol con tus rubores.
Yo,
te llamo, suavemente por tu nombre para irte despertando.
Tú,
pateando, un nuevo día que levantas y sostienes con tus manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario