viernes, 18 de octubre de 2013

YANINA MAGRINI





Había una vez un hombre



Ayer estaba leyendo un libro de cuentos, esos
en donde la princesa besa al sapo
y se convierte en calabaza.

No, no era así.

Donde el sapo besa a la calabaza
y se convierte en princesa.

No, no creo que el sapo haya querido
el lado femenino,

más bien, el sapo, podría ser casi justo
y llamarse a sí mismo hombre verde.

Pero esa es otra historia. Sí.

Esa es la historia del Increíble Hulk :

               - “Había una vez, un hombre nervioso que se ponía verde cada vez que
                   le hacían notar que una transición no se rebuzna,
                                                                                                                se concibe...”


(de “avuso”)

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