En
los altos trirremes
…y que finalmente
los medos pasarán…
Kavafis. “Termópilas”
I
El
canto de la espuma lo revela
la soledad razona sonríe
imagina el regreso de las naves
la soledad razona sonríe
imagina el regreso de las naves
La
soledad soñó a Atenas
no fueron los persas quienes anclaron en el Falero
fue el pasto férreo del silencio
el aire hiriente que hoy golpea el cristal
no fueron los persas quienes anclaron en el Falero
fue el pasto férreo del silencio
el aire hiriente que hoy golpea el cristal
Podría
permanecer la tarde
ungiéndome con aceite en la soledad del cuarto
o peinándome como un joven griego antes del combate
ungiéndome con aceite en la soledad del cuarto
o peinándome como un joven griego antes del combate
He
de rozar la transparencia
la batalla buscar mi cadáver en los transeúntes
la batalla buscar mi cadáver en los transeúntes
La
soledad ancló en aquellas ruinas
hoy lo hace en mi pecho ermitaño
no fueron los persas frívolas criaturas
amantes como nosotros de poder y culto
hoy lo hace en mi pecho ermitaño
no fueron los persas frívolas criaturas
amantes como nosotros de poder y culto
Mis
labios enhiestos esperan el ancla
no al mortal moribundo que finge existir
ni los carros extranjeros
que me obligaron a escapar
con los míos en los altos trirremes.
no al mortal moribundo que finge existir
ni los carros extranjeros
que me obligaron a escapar
con los míos en los altos trirremes.
II
Nada
puede hacer ya el hombre en mi contra
sólo lo incorpóreo
ni el mármol
ni los rostros efímeros
sí la belleza
eso que en el éter se deshace
y eternamente vuelve
sólo lo incorpóreo
ni el mármol
ni los rostros efímeros
sí la belleza
eso que en el éter se deshace
y eternamente vuelve
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