sábado, 3 de mayo de 2014

LUIS ROCHA


 
 

El abrazo

 
 
 

Aún no se acaba, Señor, ni se acabará

mi amor.

Aún no sé, ¡oh Eros!, sólo presiento

el calor.

El cálido clamor del amor

que nos pierde y encuentra

íngrimos antes del abrazo total;

íntimos soportando, sosteniendo, iluminando la noche

como una llamarada en el lecho

que llama y llama al amor

para que aún y después no se acabe.

Seamos pues fuertes como titanes;

ofrendamos esta misa nupcial

porque esto nos ha sido dado

para que como solitarios romanos en el circo

mi sombra te oculte de los leones

y que tu voz que es ya mi voz diga lo mismo,

el mismo canto mientras nos abraza,

nos quema, nos purifica el amor.

 

 

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