viernes, 6 de junio de 2014

NICOLÁS MARÉ


 

En los nombres que hay en las ciudades
hay una cosa que se mastica:
Yo podía ver mujeres hermosas y también perros
pero siempre el corazón caía como una pelota.

En las calles que quisieron morderme
había camaleones:
el camaleón de la electricidad y el de la madera,
una hembra con grandes dientes era mi esposa
mientras otra traía legumbres a mi cama.
Qué suicidio podía planificarse ?

 

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