miércoles, 15 de julio de 2015

PAZ MOLINA




Conocer

 
 
Conocer
ese hilo que se corta
en el límite de lo invisible
como un cabello de ángel
o el bufido de un potro salvaje.
Todos mis intentos se detienen en la orilla
vagamente ilusos y siempre devotos.
Con un temblor de conciencia
acudo al llamamiento de lo porvenir
apenas se gesta el diálogo entre luz y sombra.

Soy perfectamente sorda
y completamente muda ;
se pronuncian sin embargo,
mis intenciones como lámparas.
Quisiera escurrir el bulto a la certeza
de una ignorancia que no cabe en el universo.

Tantos pañuelos , tantas narices húmedas
para la desolación y el velo rasgado.
Aguardarte sabiduría, como si fueras abuela
ausente desde la niñez y posiblemente muerta.

Conocer, coger el hilo
quedar prisionera de lo invisible
aprendiendo la forma diversa
la especie y el signo de lo ajeno
ese resplandor que se acerca
reptando sobre su vientre
y amenazando orígenes.

Incoherencia
catástrofe qie ignora su nombre
cegada por la veleidad de su espejo
y la fatuidad del hombre-araña.

Y ese afán por permanecer
colgando de las ideas
a cualquier precio.
Trapecista lánguido.

 

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