La
calle
Esta
calle mi calle
se
parece a todas las calles de mundo
uno
no se explica por qué
suceden
tantas cosas en un minuto
en un
hora en doce horas
desde
que el sol preña la tierra
Tiene
puertas como bocas sin dientes
Las
mujeres se asoman a las ventanas
y
miran tan lejanamente…
Sobre
un alambre en el que los días
hacen
equilibrio cuelgan a secar
medias
camisas y pantalones rotos
Tres
mujeres con cara de pocos amigos
esperan
el bus. Son modistillas
que
van a los talleres de la ciudad
a
coser su miseria con una aguja de oro
La
beata de enfrente
acaricia
con uvas a un gato lustroso
y le
dice “my darling”
mientras
un estudiante regresa
a su
cuarto de hotel
donde
la cama en actitud de mujer pariendo
espera
su saco de huesos
y
colgado en la pared con una cinta
el
retrato de la novia
que
se ahorcó en sus trenzas
y ya
tiene dos hijos parecidos
a su
marido el boticario
Al
final de la calle está la casa
del
farolito rojo
a
donde van prostitutas niñas
con
pelo color de miel
y
senos como dos monedas de centavo frías
Esta
calle mi calle
se
parece a todas las calles del mundo
se
ven estas cosas y otras cosas…
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