[A
todos los que aquí se han acercado]
A
todos los que aquí se han acercado
—ya fuese por fortuna o por empeño—
sean perfectamente bienvenidos
a esta estrecha danza de sílabas.
—ya fuese por fortuna o por empeño—
sean perfectamente bienvenidos
a esta estrecha danza de sílabas.
Les
ruego, antes que nada,
no busquen aquí consuelo alguno
que agriete el silencio de la pérdida:
no busquen aquí consuelo alguno
que agriete el silencio de la pérdida:
aquí
no permanece el tacto púrpura
del beso que les falta.
no permanece el tacto púrpura
del beso que les falta.
Y
sepan que también es necesario
entender que en cada gesto hay un secreto,
y que la noche es siempre afable, antojadiza,
y cuando ya no están mirando
entender que en cada gesto hay un secreto,
y que la noche es siempre afable, antojadiza,
y cuando ya no están mirando
el
ritmo confisca el movimiento
de la sangre y les sumerge
en su armoniosa intimidad.
de la sangre y les sumerge
en su armoniosa intimidad.
Todos
hemos perdido alguna vez
el mar en una lágrima. Bienvenidos
sean todos, pues,
el mar en una lágrima. Bienvenidos
sean todos, pues,
a
nuestro gran baile de pétalos.
De: Diablos y virtudes
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