domingo, 7 de febrero de 2016

ADALBERTO GARCIA LOPEZ




Sueño número 93



De tu piel brotó el paisaje.
Tinta negra
desenlazaban los nudos de tu piel.





Pendo de un hilo
tocando tu húmeda piel:
pendo en sus filos.






Ligera y suave.
Ligera como un beso:
plumaje de ave.





Pétalos rojos,
diluvio de amapolas
que abren los ojos.





Te vas, me voy pero me quedo porque te quedas.
Vuelve amor, amor mío, te vas y no regresas.

Despistado el sol carnal, lloro por ser la presa,
¡infame presa me digo! ¡el dolor no cesa!

Se escapa de mi cuerpo la mar de tu presencia,
la solemnidad de tu corriente que me besa.

Ojos abajo, acaso fincados en la fecha
-nunca abiertos, nunca cerrados a tus venas-

donde mi boca hizo a tu boca disuelta
y donde habrá de esconderse la vergüenza.

El dolor no cesa: soy la herida abierta.
Que el dolor no cesa: te vas y no regresas.






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