viernes, 10 de junio de 2016

RAÚL RENAN




Malapata



(la caída del pie
en un paso mal dado)

Caminar organiza pie tras pie
la ruta de la especie…
una cuerda en el piso
es invisible y quien la pisa
y logra eslastizarla
puede morir de aire fulminante.
En pedazos queda, lejos de la cuerda,
un trozo aquí entero pataleando,
la mitad más allá sin el zapato
que salió volando
después de cometer traspié imaginario.
Juntarlas nuevamente
pataleantes en la cama,
otro asunto trasfondan
con otras dos ajenas.
    (doncella en medio
    piso al aire
    ni quien diga,
esta pata es mía
a la hora
de estirar la andada)
dos a dos luchan
a pierna partida
como si alguna diera más de sí
para llegar primero
y no es manera
correr al aire cara al techo
es caminata ciega
y todo para qué,
para soñar que aquella
cuerda que impuso la caída
no fue de Orfeo
sino Morfeo núbil
el de la pierna suelta.

    Coda renca

duerme la pata fea si entumida
sueña caliente víspera, denota
poca gracia como de hormiga rota,
del hervidero desunida
—fabulante figura
una y otra y otra dan confusa
pieza de pernil patidifusa
que sin moverse evoca la negrura-.
Pata de peso fino
sin roncura
no obstante que no apura
ni escaso ni abundoso vino
pues como sea es malo
para una pata que nació de palo.
                                           ( )


De Parentescos (2003)


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