Luces
de la ciudad
I
Volví
a contaminarme
con
la navaja que afila la penumbra
y me
inyecté el miedo
como
un virus incurable
Colgué
los sueños
en
las líneas de mi rostro
y mi
luz no retornó.
Tuve
que escapar hacia la nada
abrí
de nuevo las heridas
enterré
postales de recuerdos
y así
pude emprender un vuelo más ligero.
II
Las
luces de la ciudad
bailan
al ritmo de mi corazón,
mi
alma se funde a través de la lluvia
y
este infierno me está matando.
Es el
momento perfecto
para
escaparse de todos.
III
Hoy
es una noche
donde
las estrellas resplandecen en mis ojos tristes
y
desde este piso pierdo altura.
Puedo
arrojarme y recogerme en pedazos
y
volverme a destruir
(a
fin de cuentas dejarse caer
es
aterrizar al centro de nosotros).
Entonces
recuerdo que hay un hilo
del
cual penden todos esos sueños
que
me hacen revivir y me devuelven la fe.
Toco
mi lado izquierdo,
estalla
y vuelvo a empezar
todo
en esta noche
y al
mismo tiempo.
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