jueves, 6 de octubre de 2016

VÍCTOR PÉREZ



  
1.



Me castigó
Dios y me emborraché
y me caí en el embalse y
me hinché
como una vaca
soy yo
lo que te jode los poemas.
Ahora levemente tenso
y gracias a modernas morfinas
escribo poemas sinceros y mierdosos
mientras la novia en las colmenas
abstracta y sanguinaria
silba a los que emigran.
Con frecuencia acabas haciendo el poema de siempre
para luego arrepentirte por no haber arriesgado más.
Suavemente el pequeño anormal
corta los cebos del caballete
y bebe las hormigas de mi pie
en la bodega de los hostiones.
Las mutaciones de las bailarinas
nos animan. Una vida
mirando la cena puede ser otra cosa.
Sólo el poema destructivo vale.


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