sábado, 17 de diciembre de 2016

ROQUE VALLEJOS




Los dólares de Judas



Ya he devuelto
los denarios robados,
el dólar que me disteis
por la cruz
de su cuerpo.
Dadme ahora la soga
¡Oh! Caifás agringado,
os colgaré mi muerte
como trofeo eterno.
Mi Patria era una madre
de senos opulentos,
con hijos que poblaban
de racimos sus huesos,
florecía en su sangre
un culantrillo inmenso,
su vientre era granero
para el maíz combado.

Y día vino el gringo
de nariz afilada,
tendiéndonos la mano
como paloma amiga,
pero sus dedos fueron
pezuñas afiebradas,
que trillaron la arena
de la carne sahumada.

Después nuestras mujeres
quemaron sus vergüenzas
y sus hijos prendieron
como mechas sus cuerpos,
la sangre coagulada
resbaló en el madero
perfilando una muesca
de Cristo mutilado.


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