domingo, 20 de agosto de 2017

CARLOS CÚCCARO




Paisaje en llamas



Herido de inexistencia,
Dios
colgando
en el abismo
como
una orquídea de fuego.

La tarde calurosa
muriendo
en ecos
de música negra.

Los cuerpos desnudos y terribles
cayendo
entrelazados
en el túnel
de la ferocidad sin nombre.

Cámara lenta
que muestra
formas
danzantes
y furtivas.

Todo se desencadena
absurdamente
en la Gran Ciudad,
donde
vos y yo
permanecemos boca sobre boca,
perdidos
en
la sombra vertical
que nos oculta.

Sembradío de luces.

Vómito de estrellas.


De: “Los árboles del abismo”


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