Paisaje en llamas
Herido
de inexistencia,
Dios
colgando
en el
abismo
como
una
orquídea de fuego.
La
tarde calurosa
muriendo
en ecos
de
música negra.
Los
cuerpos desnudos y terribles
cayendo
entrelazados
en el
túnel
de la
ferocidad sin nombre.
Cámara
lenta
que
muestra
formas
danzantes
y
furtivas.
Todo se
desencadena
absurdamente
en la
Gran Ciudad,
donde
vos y
yo
permanecemos
boca sobre boca,
perdidos
en
la
sombra vertical
que nos
oculta.
Sembradío
de luces.
Vómito
de estrellas.
De: “Los árboles del abismo”
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