A pesar de lo fugaz
Crece
la ciudad. Crecemos.
Crezco
yo.
En el
ojal de mis días
asombros
e incertidumbres
arden.
Soy. Lo
más profundo
lo más
edulcorado
en la
grisácea voladura
de
escandios, vigas y paneles
que
suben, trepan, van
llegando
al cielo donde mis ojos
aún
recuerdan la llanura.
Ven
sombra pero no aplaques
la
euforia de mi sangre.
Mis
ojos se hacen tarde,
mis
penas tantas,
pero
soy. En la hendidura del aire
lo más
profundo.
A pesar
de lo fugaz.
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