sábado, 21 de octubre de 2017

SILVIA EUGENIA CASTILLERO




Boulevard



Un hombre camina por el boulevard, pregunta, voltea y
mira una calle que rezuma una y otra vez la misma historia
de un hombre que camina sin voltear atrás. La calle
vierte hombres que no miran, sólo caminan, si caen
se levantan sin voltear, si miran caen y siguen. Voltear
es palabra aguda y la calle, andar la calle, es tan grave:
lo único que nos habla de verdad es el polvo,
sentimos los grumos, las piedras minúsculas nos
persiguen. Se levanta a veces un cúmulo de impurezas,
un tumor, el falso espacio del vacío que se llena, se tejen
sus moléculas sobre la textura de algo que pareciera
un ser vivo, balbuciente en su necedad
de andar la calle. Titubea, no siente, camina y sigue.


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