sábado, 16 de diciembre de 2017

GERARDO FLORES

  


I



Algo en el aire camina desvalido y peligroso,
cruje, rasga los árboles.
Todo está cubierto de una pureza negra.
Nadie habita más el cuerpo dolido.
Ni la sangre caliente puede evitar tanta furia,
ni los oídos tercos evaden tanto silencio.
Algo anda en las entrañas,
algo que huele a miedo y a muerte.

Hay sueño, hay dolor,
la herida no cesa.
La misma noche, las mismas cosas,
poseen un grado de odio.
Nada vuelve a la luz; y las sombras,
antes invadiendo cada hebra de este corazón,
retornan a su guarida hinchadas de más sombra.


De: “Passionaria”


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