Soliloquios
I
Otro
día de aeropuertos y lluvia,
otro
atardecer bajo el cielo gris,
sobre
la tierra difusa.
II
Hay una
tundra de ladrillo bajo mis pies,
millones
de hombres se ocultan
en
pequeños agujeros como hormigas,
cientos
de luces se mueven de aquí para allá
en
medio de disparatadas conversaciones sobre el
clima,
a pesar
de tanta belleza, solo es visible el cemento
y sus
heridas.
Dos
nubes juguetonas realizan una danza eléctrica
y yo me
bamboleo como una mariposa en la
ventisca.
Abajo
están los míos,
arriba
los ausentes y la mirada sorda de nubes
y
obnubiladas estrellas invisibles,
¿Hacia
dónde parto ahora que subo
y bajo
en el vientre de la cigüeña?
Una
estrella brilla, pero no señala ningún rumbo,
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