sábado, 20 de enero de 2018

LURIEL LAVISTA




Marea



Vámonos a recostarnos mi querida Alma
dejando caer las espaldas en las rotas ramas
con los gestos de tus piernas blancas,
oyendo el golpeteo de nuestro aliento
envejezco y mudo en tus sales.

Nuestras lenguas balbuceando ante la luna
viento y tierra nos esconderán de las voces
que se pasean solo un poco sollozando,
por nuestros lados goteando se mece
el fondo endurecido de toda brisa,
la oscuridad nos adentrara al temblor
que no es de esta cálida tierra

Los hombres te temen,
las mujeres te sofocan
entrare si me levanto para cuando estés en la marea.





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