viernes, 26 de enero de 2018

MORIANA DELGADO



  
La sangre es difícil de lavar



Sus manos quieren desteñirse
esas manos sucias que no pintan las cañerías de lo que buscan deshacer
esas manos que retienen y retienen.
Pues es la memoria un atajo para las encrucijadas
a donde nadie llega de cierto
donde la sangre es difícil de lavar
donde se yerguen proezas a antiguas leyendas
en el agua espesa de un recuerdo tardío.

Y caminamos hondo
sobre cordilleras apagadas
donde la bigornia se golpea con la ira de la soledad
y las voces nos cantan a oscuras.

Ahí, donde la llaga de la noche se hunde más allá de la mirada derrotada
hacia el golpeteo del pico sobre la roca
en las minas del corazón;
pero esas manos no terminan de desmoronarse,
esas manos de pantomima y mentira,
de quienes edifican sombras grises sobre paredes desalojadas.


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