lunes, 30 de abril de 2018

NIZAR QABBANI




Sin manos



No esperaba
que me atravesaras cual flecha pagana.
No esperaba
que entraras en mi lenguaje, en mis palabras
y en los gestos de mis manos.
No esperaba
que te volvieras culta.
No esperaba
perder la corona y mi derecho de sucesión:
era fuerte y famoso,
mis soldados llenaban la tierra y el mar
y mis banderas cubrían los orientes.
No esperaba que hubiera un terremoto,
que se partiera el mar,
y que un día, tus ojos me dividieran en dos.

No esperaba
cuando te besé, olvidarme los labios.
No esperaba
cuando te abracé, volver sin manos.
  
Mayo, 1983.

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