martes, 28 de agosto de 2018

BENJAMÍN VALDIVIA


  


Luna verde



Aquella luna verde de marzo maduraba.
Ella traía la indumentaria del calor
y vi en su boca el otro lado de la vida.
Múltiples fuegos ardieron entonces.
Y se quebró de sutileza el aire
y nos movimos en caprichos de agua.
Toqué en ella la muerte:
encontré sólo árboles de pluma,
aves de hoja.
Como un metal
las uñas imprimieron sus imágenes.
Era ella un recuerdo vegetal
creciendo entre la noche.


De: “Demasiada Tarde”


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