Las
sombras, las palabras, han cambiado
el
tigre camina entre peñascos
y
riscos, es príncipe del pelo blanco,
yo le
digo el capitán de los tigres,
hay
otros que son manchados, pero estoy
tan
cerca de mí que no sé si creer en lo que veo,
si
cometo un error al distinguirlo
de
algunos que tienen piedras rojas en el lomo,
piedras
como manchas.
A eso de
las seis de la tarde
el gato
hunde su cuerpo en el agua
la
sangre se le agita
y la
flor de la glicina se enlaza a palos secos.
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