miércoles, 8 de agosto de 2018

NÉSTOR PONCE



  

Poemas del viejo Martín

Campo de concentración, La Perla, 1979, mayo



cayeron los soldados en casa de Martín
patearon puertas y otras aberturas al mundo
contra la pared los pusieron
a los libros
apuntaron
contra los estantes los pusieron
muertos de coraje
temblequeaban los versos
cayeron pesadamente
de los estantes
maltrechos y con menos octosílabos
los quemaban en Berlín
los ejecutaban en La Plata
les pegaban airadas irreverentes
las balas
chispas de papel carocoleaban en el aire
metáforas curiosas se avivaban con el viento
se pasaban datos las sinestesias
saltaban tapias y horizontes los versos libres
llegaban al calorcito de Los Hornos
helaba afuera se mordían los labios en La Boca
en San Telmo bailoteaban los fueguitos
y en tu casa amor mío en tu casita
hacían eco las complicidades
los cuervos seguían chiflaban los balazos
en el cementerio los muertos
se escondían tras las cruces
de pura y mísmisima piedad
se metían bajo tierra

los versos eran bichitos de luz
giraban iluminados alrededor de la plaza
se acostaban con la luna
se levantaban con el puño
mareados en el vino sideral
entre los alcoholes de la última caricia
se embriagaban de tanto mirarte a los ojos
se hamacaban en tu ombligo
largaban sombreros de colores a la sordera del mundo




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