Dentista
esa
mujer tenía prendidos unos ojos
como el
arco iris
le
salían arcos de las cejas
y del
bozal
flores
de amor
cuando
aplicaba el torno
su
profesionalidad era pasmosa
fruncía
el ceño
como
Einstein
cuando
entonaba baladas marchitas
un día
me estaba perforando una muela
aplicaba
anestesias en las encías
agujas
de medio metro
me
entraban en la piel
sus
ojos menta y miel
suspiraban
de pura concentración
largaban
destellos
que caminaban
por las paredes
como
ciempiés en fiesta de carnaval
doctora
le dije entre tornos
líquidos
antisépticos
pinzas
y otros enseres
me
estoy enamorando de usté
se
quitó el bozal
con
gesto impúdico:
yo
también
respondió
con voz de dentífrico
mientras
de los ojos
se le
derrumbaban
consultorios
enteros:
jamás
vi muelas tan hermosas
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