Con
corazón fundido de pavor, trémulas rodillas
y lomos palpitantes, clamo al Señor.
Absortos quedan los timoneles ante el abismo
y los marinos se hallan sin fuerzas.
¿Cómo no estar así? ¡Pendo en el caso
de un barco entre las aguas y el cielo!
¡Doy tumbos! ¡me balanceo!.¡leve cosa si al fin
puedo celebrar mis fiestas en Jerusalén!
y lomos palpitantes, clamo al Señor.
Absortos quedan los timoneles ante el abismo
y los marinos se hallan sin fuerzas.
¿Cómo no estar así? ¡Pendo en el caso
de un barco entre las aguas y el cielo!
¡Doy tumbos! ¡me balanceo!.¡leve cosa si al fin
puedo celebrar mis fiestas en Jerusalén!
De: "Poemas del mar"
Versión de Xabier Kintana
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