Las niñas
Con su
tez morena las niñas saltan
las
piedras: figura de tamal verdadero;
tamales
de manteca con cerdo y hoja de acuyo.
Vestigio
del trópico; verde, huella del corazón.
Que
hacía la tía Bertha.
Las
niñas gritan:
¡Má, hay un machumbo en el patio!
Mientras,
el sigiloso reptil trepa
la
palmera preñada con sus penachos de huevas plumosas.
Las
niñas, las hermanas Vivanco:
las
juanchas, pily y mily, las huesudas,
chapucean
en la tibia alberca bajo el calor
cuarenta
grados centígrados.
Les
gritan:
¡Sálganse ya del agua, chamacas!
les dolerá la cabeza y la comida ya está
servida.
Tía
Bertha y tío Franco (DEP) nos divisan
desde
la cocina con un guiso de conejo en adobo
Tío
Franco lo cazó, como a un toche,
y tía
la Bertha preparó agua de guanábana,
porque
el árbol ha florecido
igual
que el aguacate en el patio.
¡Chamacas!, grita nuestra madre,
¡dejen de comer caña y nanche!
Hoy las
niñas, húmedas en llanto se abrazan al recuerdo.
El
aroma a laurel en el adobo se ha desvanecido con los años.
Ya no
madura el calor a la caña,
a la
guanábana,
al
aguacate,
ni al
nanche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario