Algunos secretos
Y el
ojo alrededor de una antigua casa en Chiloé.
El ojo.
El trueno.
Los
llantos de niños y esos presagios:
Un
anciano recorre a pie todos sus fantasmas.
Un
pescador mira fijamente sus manos.
Una
mujer pide a Dios que la posea.
Y
nosotros en medio de la ciudad con nuestros dientes.
Escuchando
cantos gregorianos.
Siendo
cálida tú y yo amante muerto. Muerto.
Más
gritos,
muchos
animales que empiezan a mirar este rincón.
Ah!,
rincón, nave, recortando la madera,
y otro
abismo cómo quieres que huya
si
todos los signos dan hacia mi lengua.
Casa.
Grande casa antigua en Chiloé.
Muro
lleno de cuanto ojo y nunca patria;
de esqueleto.
El tiempo se nos va.
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