lunes, 3 de septiembre de 2018

JUAN MANUEL ZERMEÑO POSADAS






Nunca estuve contemplado en la nómina de Nintendo
mi vida fue puesta en un videojuego que era manejado
por dos controles al mismo tiempo:
eran controles de una palanca
débil e inclinada
durante décadas diversas niñas se fueron aburriendo
de mi historia:
conocían los pasadizos secretos
y el escondite de mis llaves secretas:
mi táctica fue cambiar el contenido de los cofres
quité las moneditas y en su lugar coloqué cerezas:
al igual que pacman mis fantasmas me perseguían
y detrás de la pantalla
dios contemplaba el espectáculo desde su butaca
de vez en cuando él me arrojaba una roseta de maíz
o un m&m’s directo a la boca
y en esos instantes todos los mares y nubes y gotas de grifo
se volvían de agua dulce
y salado se vuelve el labio que reposa sobre el mío
mientras pronuncio un game over antes de jalar
el gatillo del primer nintendo
y matar a los patos que se llevan mis sueños
hasta el fondo de la tv.




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