Pez boquiabierto
Luego
del pez
el
poeta caerá en su propio anzuelo de palabras
Amante
del dolor
Colgará
su cuerpo de un alambre con púas
La
carne gritará maldiciones
Fantasmas
que estuvieron siempre sin querer
Cuando
el grito se suspenda en el aire
como
una cuerda de violín
Las
escamas se abran a la tortura
No
brillará la sangre del poeta como su lengua sin infierno
No hay comentarios:
Publicar un comentario