miércoles, 21 de noviembre de 2018

ANDRES RUIZ





Puede suceder que la inercia póstuma a la acción
resulte inversa al objetivo.
Para protestar contra la lluvia
habrá que podrirnos los pies
caminando por sus charcos.
Buscar el sol hasta insolarnos la mirada
y llorar canciones que resequen la garganta.
Como el guaco que grita sus sequias por las noches
y se viste de ruiseñor por las mañanas.


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